Prólogo: Oviedo - Monte Naranco
Quiero narrar lo que ha sido mi cuarto camino a Santiago, el Camino Primitivo, pero antes
he de aclarar que mi motivación no ha sido religiosa sino más bien espiritual y
de superación personal, más adelante entenderéis porqué hago esta aclaración.
Comencé en
Oviedo, allí normalmente nos encontramos todos aquellos que pretendemos hacer
la mencionada travesía, es ahí en Oviedo, donde comienza mi primer contacto con
lo que va a ser en los días venideros una dura querencia diaria.
Una vez
registrado en el albergue de peregrinos de el Salvador y viendo que son las
tres de la tarde, decido vivir mi primera experiencia y para ello me dirijo al monte
Naranco, me atrae muchísimo poder contemplar personalmente las iglesias
prerrománicas y sobre todo la de San Miguel de Lillo que este año 2017, aparece
su imagen en la moneda conmemorativa de 2 euros de España, he de puntualizar
que soy numismático y tengo un blog al respecto, http://carterasespanolas.blogspot.com.es/ pero también tenía una enorme ilusión
en continuar el ascenso y poder contemplar la fabulosa escultura del Sagrado
Corazón que se ubica en la cima del Monte, unos diez kilómetros ida y vuelta
que me sirve de prólogo de lo que será mi vida en los próximos días.
Ni que decir tiene que mi experiencia como caminante en este prólogo fue fantástica, el entorno del Naranco me dejó perplejo, su belleza y conservación es de elogiar, la verdad es que el comienzo no podría ser mejor, solo tengo un pero y no es otro que el ansia de dinero por parte de la comunidad eclesiástica, para poder visitar la Catedral te piden 7 euros, casi 1.200 pesetas, por supuesto que no las pagué, no sé si hice bien o no, pero ese dinero me parece un auténtico atraco, creo que ya pagamos muchos impuestos y que gran parte de ellos van dirigidos al mantenimiento y conservación del Patrimonio y a la manutención de la iglesia católica, considero que los españoles deberíamos estar exentos de pago por visitar nuestro patrimonio.
Ni que decir tiene que mi experiencia como caminante en este prólogo fue fantástica, el entorno del Naranco me dejó perplejo, su belleza y conservación es de elogiar, la verdad es que el comienzo no podría ser mejor, solo tengo un pero y no es otro que el ansia de dinero por parte de la comunidad eclesiástica, para poder visitar la Catedral te piden 7 euros, casi 1.200 pesetas, por supuesto que no las pagué, no sé si hice bien o no, pero ese dinero me parece un auténtico atraco, creo que ya pagamos muchos impuestos y que gran parte de ellos van dirigidos al mantenimiento y conservación del Patrimonio y a la manutención de la iglesia católica, considero que los españoles deberíamos estar exentos de pago por visitar nuestro patrimonio.
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