7ª etapa: A Fonsagrada - O Cádavo
Continúa el tobogán del Primitivo, sigues subiendo y
bajando incansablemente, esos horizontes con aerogeneradores entre brumas y
niebla siguen estando ahí y sabes que tendrás que pasar necesariamente por
ellos, pero es lo habitual, todos los días los ves al comenzar la etapa y al
cabo de unas horas los tienes cerca de ti, esos gigantes de viento que se hacen
compañeros e informadores de distancia.
La etapa de hoy es de 25 kilómetros de bajadas y subidas, ya se convierte en una rutina y no le das demasiada importancia, tu cuerpo se ha habituado, tus piernas se han endurecido y tu estado físico, si has llegado hasta aquí, es aceptable, estás en forma, pero cuidado aún te queda alguna que otra prueba y no es otra que la horrible subida a A Lastra una pendiente conocida como la Cuesta del Sapo calificada del 13% se hace agotadora si además te pilla con lluvia y barro, como me ocurrió, no lo vas a pasar muy bien, sabes que ya estás cerca de O Cádavo y ese último esfuerzo lo haces con resignación y satisfacción.
Sobre las 13 horas llegó al albergue Porta Santa, albergue privado nuevecito y muy bien preparado, tienes habitaciones privadas y otras compartidas pero de tamaño reducido, no más 8 camas por habitación, la verdad que me gustó bastante este albergue, su ubicación es bastante buena, cerca de restaurantes y supermercados y la hospitalera, dueña del establecimiento, es una chica muy atenta y agradable.
La etapa de hoy es de 25 kilómetros de bajadas y subidas, ya se convierte en una rutina y no le das demasiada importancia, tu cuerpo se ha habituado, tus piernas se han endurecido y tu estado físico, si has llegado hasta aquí, es aceptable, estás en forma, pero cuidado aún te queda alguna que otra prueba y no es otra que la horrible subida a A Lastra una pendiente conocida como la Cuesta del Sapo calificada del 13% se hace agotadora si además te pilla con lluvia y barro, como me ocurrió, no lo vas a pasar muy bien, sabes que ya estás cerca de O Cádavo y ese último esfuerzo lo haces con resignación y satisfacción.
Sobre las 13 horas llegó al albergue Porta Santa, albergue privado nuevecito y muy bien preparado, tienes habitaciones privadas y otras compartidas pero de tamaño reducido, no más 8 camas por habitación, la verdad que me gustó bastante este albergue, su ubicación es bastante buena, cerca de restaurantes y supermercados y la hospitalera, dueña del establecimiento, es una chica muy atenta y agradable.
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